domingo, junio 30, 2024
Cine y TV

Carnival Row

Últimamente debe ser que se ha puesto de moda hacer series de fantasía. Es un momento supongo de transición tras el empacho de super héroes, y creo que tienen que buscar cosas en las que poder meter efectos especiales porque les salen baratos. Así además ocultan una infinidad de defectos de guión simplemente poniendo efectos digitales. Si esto se hubiera hecho justo después de Los Juegos del Hambre o Crepúsculo parecería que intentan explotar ese filón de público adolescente que busca este tipo de tramas, pero han pasado ya unos años.

En las dos series que he visto últimamente de este tipo, Carnival Row y His Dark Materials, actúan además actores de gran renombre que no te esperarías en principio ver en una serie, y menos de este tipo. Así se aseguran que algún incauto se vea atrapado en ellas pensando que no pueden estar mal si participan esos actores. Yo he sido uno de esos incautos.

Tengo que decir que en esta en particular el actor principal no es especialmente uno de mis favoritos. Orlando Bloom no me disgustó en El Señor de los Anillos, y lo toleré en Piratas del Caribe. Sin embargo creo que después de verlo en Troya es cuando ya no pude con él. No es culpa suya… pero que murieran Héctor y Aquiles porque esa caricatura de Paris se hubiera llevado a Helena no he podido superarlo. Aún así, soy consciente que es uno de los actores que suelen estar en buenas películas, y me tragué la serie.

Compartiendo protagonismo está Cara Delevingne, que no tenía ni idea quien era y no había visto nunca, pero parece ser que es también bastante conocida.

Increiblemente, participa Jared Harris, para mí uno de los mejores actores de la actualidad. Impresionante en Chernobyl, The Terror y The Crown. No sé que hace aquí… Y también está Indira Varma, que salía en Juego de Tronos como Ellaria Sand.

La serie en sí, es una patochada. Un mundo en guerra donde parece ser que hay como tres continentes en guerra.

Unos malos muy malos, tipo nazis. Siempre que alguien tiene que ser malo, lo más fácil es ponerlo con aspecto nazi, y así ya no hay duda. Esto me vale en la trilogía original de Star Wars para representar al imperio, pero que lo reutilicen para la última exactamente igual para la Primera Orden, es exprimir demasiado la naranja. Aquí, lo mismo de nuevo.

Otro continente regular, ni bueno ni malo. Sería como la Inglaterra victoriana, copiando esa pinta. Y el tercer continente, de seres de fantasía, son los pobres invadidos. Son los diferentes, los que no tienen culpa, y tienen que elegir entre quedarse en su país y que los malos los maten, o irse a donde los regulares como refugiados a que los traten mal. Allí son ciudadanos de tercera, y tienen que trabajar por cuatro duros los que pueden levantar piedras o ponerse de pilinguis. En ese Londres ficticio no estaba Carmena así que no hay carteles de Refugees Welcome. Entre los personajes de este continente hay hadas y hados, que son iguales que los humanos pero con alitas de insecto, y una especie de faunos, mitad humano o humana, y mitad cabra o cabrón. Quizá hay alguna raza más, pero estas son las que aparecen regularmente.

Como en toda serie para adolescentes que se precie, hay una historia de amor imposible. En realidad, varias, pero ninguna ni que interese ni que te puedas creer. Los protagonistas la historia bonita, los malos la historia de lujuria y ambición, y los secundarios la historia de que el mestizaje es posible si existe el amor. Lo malo es que si él es medio cabra, su hijo sería sólo un cuarto de cabra, complicando los efectos especiales. Imaginad… Cariño, tienes las pezuñas frías…

El resto de la trama es tan absurda como mal construida. El bueno de Orlando tiene que investigar unos crímenes y va descubriendo muchas brujerías que están relacionadas con su pasado oculto y que en realidad a nadie le interesa. Según van pasando los capítulos, que afortunadamente se reducen a 8, te va interesando menos cualquier cosa que pase. Cada minuto te das cuenta que aunque no sean una maravilla los efectos especiales, se ha tirado un buen dinero a la basura. Como mucho me ha recordado a Narnia o a la Brújula dorada, películas para niños. El problema es que esta no lo es.

Para resumir, diré que no tiene ningún sentido. Tienen que haberse esforzado en que les saliera este bodrio, porque tenían presupuesto y buenos actores. Por momentos se convierte en un panfleto político alegoría de la situación que se da con las guerras, pero sin llegar a serlo. Y tampoco creo que sea el marco en el que lanzar este tipo de proclamas, ya que pueden quedar reducidas a un mal chiste como a mi me ha parecido. Un mensaje cierto y con razón de transmitir, si lo haces de la forma equivocada consigue justo lo contrario.

Lo único bueno que puedo decir, es que His Dark Materials es aún peor!!!

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