jueves, julio 4, 2024
Turismo

Tesoros de Praga

Sois muchos los que para estas fechas que se avecinan preferís largaros fuera de los angustiosos ambientes familiares, que ya sea por la tradición o por esa “tontería” denominada “espíritu navideño” que nos transforma, nos vemos obligados a sufrir. Un lugar maravilloso para realizar esa liberadora escapada es la archiconocida ciudad de Praga.

Cuando visité la ciudad no hace mucho tiempo, previamente leí infinidad de comentarios de otros visitantes, pasaron por mis manos todo tipo de folletos turísticos, me molesté en leer páginas y páginas en internet, y todas hablaban de lo mismo, de las bellezas de la ciudad, de sus calles, de su famosísimo barrio y cementerio judío, de su puente, muchas hacían hincapié en sus acogedoras y estupendísimas plazas, que si el golem, que si la comida, que si es muy barato, bla, bla, bla.

Pero ¿en cuántas referencias era realmente protagonista del relato, el verdadero tesoro checo? en muy pocas y las que lo hacían era apenas de pasada, por eso yo os voy a hablar únicamente de ese tesoro que no es otro que la CERVEZA, y perdonarme que lo escriba, aunque sea sólo por una vez, como se merece, todo con mayúsculas.

En ningún lugar del mundo podréis tomaros una cerveza de tan alta calidad y a precios tan asequibles como en Praga. Como podéis imaginaros cervezas hay muchas y concretamente en este país, que ocurre como cuando hablamos de los vinos de nuestro país, cada pueblo, región, o cualquier otra división territorial que exista en la República Checa tiene su propia cerveza, pero no como está ocurriendo aquí, que por atrevimiento o experimentación están apareciendo cervezas artesanas, como setas en el bosque tras la lluvia, que no siempre llegan a unos mínimos de calidad, allí son verdaderos expertos en la elaboración y disfrute de la misma.

Como hay muchos sitios en Praga y si conocéis a alguien que haya estado allí, seguro que os hablará de otros, yo voy a centrarme únicamente en dos lugares, la tendencia habitual de las redes llevaría a preguntar antes de nada ¿por qué sólo en estos? ¿te llevas comisión? Voy a responderos amablemente: muy fácil, porque están en el mismo centro de la ciudad, cerca del reloj, al lado de la Plaza de la Ciudad Vieja, porque podréis encontrarlos sin dificultad y porque mi experiencia los sitúa como unos claros referentes y no, no me llevo comisión, desgraciadamente.

El primero es el Restaurance Mincovna, no os dejéis engañar con lo de restaurante, que también lo es, porque sobre todo es, una cervecería con una buena cantidad de salas contiguas para comer, beber y celebrar en un buen y luminoso ambiente. Cuando entras en el establecimiento lo primero que ves, es una larga barra a la izquierda y un largo poyete de madera a la derecha, con infinidad de banquetas. En medio de la barra están los grifos y encima de ellos y sujetos en un armazón de metal tres cisternas de cobre repletas de cerveza Pilsner Urquell, que podemos degustar por menos de dos euros la jarra de medio litro.

La zona destinada a la dispensación de la cerveza en bastante curiosa, al mando de los grifos está el “maestro” dispensador ataviado con un mandil de cuero, cuando no está el grifo abierto este curioso personaje está proveyéndose de jarras limpias, para ello tiene a su derecha un aparato que, en dos movimientos, uno lava y el otro aclara, dejan las jarras como el jaspe, posteriormente deja los vidrios aclarados en una especie de pileta de acero inoxidable, que tiene una ligera capa de agua para mantener las jarras húmedas y frescas.

El espectáculo comienza una vez que abre el grifo y comienza a salir el líquido ambarino, como si de un robot se tratara, este profesional es capaz, sin apenas moverse del sitio, de ir cogiendo las jarras que tiene a su derecha y con el grifo sin cerrar verter el líquido dentro de los vidrios aplicando al unísono un ligero movimiento de muñeca con un leve vaivén de abajo arriba, hasta llenar la jarra, para a continuación ir depositándolas a su izquierda hasta quedarse sin existencias de jarras limpias. Lo verdaderamente impresionante es, que podemos ver en encima de la barra quince o veinte jarras de medio litro recientemente llenadas y apreciar que todas son iguales, todas tienen el mismo nivel de llenado y la misma capa de espuma, son idénticas, todas hechas por el mismo “autor”, sin errores, sin discriminación entre ellas, esperando cumplir las expectativas de sus solicitantes.

Los camareros y camareras, se llevan las jarras a medida que las van necesitando y el reponedor, comenzará un nuevo ciclo de llenado a medida que la demanda vaya acabando con el pequeño stock recientemente creado.

Una vez la cerveza esta en nuestras manos, podremos comprobar su frescura, amargor, suavidad y ese largo etcétera que los profesionales de la degustación hacen para dejar patente su conocimiento del producto y su dominio del lenguaje, yo solo puedo deciros, que es difícil beber solo una y su sabor es “apoteósico” (podéis comprobar que no soy catador).

El otro local del que quiero hablaros está en la calle Celetná, 22, la que va de la Plaza hasta la Torre de la Pólvora. Se trata de la cervecería Old Town, que además es un enorme restaurante de comida tradicional, es el lugar donde se elabora la cerveza uSupa. En la constante lucha que tienen en esta ciudad por tener el título de ser el fabricante más antiguo, este en concreto se jacta de ser el bar más antiguo que fabrica su propia cerveza de todo Praga, y para ello dispone de una “cocedera” de cristal de bohemia, podéis la foto en la cabecera de este artículo.

Al ser ellos los propios fabricantes, disponen de una cantidad limitada de según haya sido la última cerveza en producirse. Fabrican unos mil litros cada vez, tiene una rubia que es la habitual y de la que nunca se quedan sin existencias, de vez en cuando elaboran una, tipo roja, ahora en navidad es la cerveza predominante en él local, pero la estrella de la cervecería es la que denominan como “casi” negra su verdadero nombre es, Dark 14 SUP. Cuando yo estuve allí tuve que conformarme con degustar únicamente la rubia porque acababa de agotarse la dark y aun no se podía tomar la que estaba en elaboración.

Lo fascinante de este sitio, si tenéis la suerte de estar allí cuando ocurre, mientras estáis tomando una cerveza o disfrutando de alguna tapa, es ver como el maestro cervecero carga de productos la cocedera transparente y comienza el proceso de la elaboración ¿cómo es posible que de todo lo que allí vierten, se consiga una transformación tan asombrosamente delicada? La cerveza rubia es, extraordinaria, un poco más fuerte que la Urquell y unos céntimos más cara, pero ninguna desprestigia a la otra, ambas son claros exponentes de la calidad y saber cervecero de los checos.

Por hoy creo que es suficiente, espero por lo menos haber logrado que os entre sed y ganas de viajar, quedáis emplazados en breve a compartir nuevas experiencias en esta misma web.

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