jueves, julio 4, 2024
Cine y TV

Strike first! Strike hard! No mercy!!

Creo que no soy ni millennial. Parece ser que son los que nacieron desde principios de los ochenta hasta final de los noventa, así que por los pelos, pero no lo soy. Sin embargo, por mucho que se hable de ellos, de un tiempo a esta parte lo que se ha vuelto a poner de moda son las cosas ochenteras. Y perdonadme… pero si has nacido a mediados de los ochenta, no los has vivido. Incluso centrándome en el cine que es de lo que se trata, es imposible que hayas visto La Historia Interminable (1984), Los Cazafantasmas (1984), Regreso al Futuro (1985) o Los Goonies (1985) por decir algunas de las más icónicas, si no es porque te las han puesto tus hermanos o padres unos años después en VHS (o en BETAMAX para los fieles a SONY que se equivocaron al elegir vídeo). Con esto lo que quiero decir es que por mucho que se les llene la boca hablando de los millennials, justo a los que nos han dejado fuera de ese selecto club es a lo que se están dirigiendo los últimos estrenos de series que aprovechan la nostalgia de una época que gana en la distancia. Una época en la que aún se salía a jugar a la calle y en la que el que tenía un ordenador de 48K era un afortunado (mi querido Spectrum). Una época que ni mucho menos fue tan de color de rosa como ahora intentan hacer ver…

Entre las series que se suben al tren de los ochenta la más sonada ha sido Stranger Things, muy divertida y con una estética muy cercana a Los Goonies. Sin embargo la que hoy me ocupa, Cobra Kai, directamente reutiliza una de las películas más recordadas de esa década, Karate Kid, repitiendo en el reparto los actores originales de la primera de las películas de la saga. Ambientada 34 años más tarde de la película original, retoma las vidas de los protagonistas pasado este tiempo. El protagonista es el que era el malo, Johnny (el rubio), y relata como le ha ido en la vida. El bueno, Daniel Larusso, es coprotagonista de la serie y anda por ahí regando bonsais. Esta vez, y al menos en la primera temporada (ya han salido dos), todo está enfocado desde su punto de vista, y se puede ver que no todo era blanco o negro. Incluso en una película tan simplona como Karate Kid, si te paras a pensar hay en realidad dos caras en esa moneda. Los acontecimientos de hace 34 años ya no parecen tan claros, e igual Daniel sí que se merecía alguna de las tortas que se llevó. De hecho, ahora se merece unas cuantas más. El tiempo lo ha tratado peor físicamente que a Johnny (todo hay que decirlo) y tiene un aire repelente que ya se intuía en el original pero se le perdonaba porque era el bueno; como ahora ya no hay buenos ni malos, a veces dan ganas de darle un grullazo.

El argumento sobre el que se construye es bastante sencillo. Ojo, spoilers. A Jonnhy le ha ido mal; es un chapuzas borrachuzo que malvive en un apartamento cutre. Está divorciado y tiene un hijo guaperas (insoportable a la vista y al oído) que pasa de él. Sin embargo a Daniel le ha ido muy bien. Vende coches usados y tiene mucha pasta. Daniel tiene también una hija repelente a la que enseñó karate de niña.

Al pobre Johnny lo despiden y entonces se le ocurre la genial idea de abrir un dojo de karate, al que llama Cobra Kai. Al principio no va nadie, solo el hijo de su vecina maciza inmigrante de Ecuador, porque ayudó al crío cuando le iban a dar un repaso otros chicos del instituto (un argumento parecido a lo que le ocurría a Daniel en la primera). Como es su único alumno, y le dan lo suyo cada poco en el insti, le enseña como buen Cobra Kai a golpear duro, golpear fuerte y a no tener piedad. Un día en el cole delante de todo el mundo les devuelve a los compis con intereses lo que le habían dado anteriormente. Esto lo graban en vídeo y lo suben a insta o facebook o yo que sé que red, así que al día siguiente tiene el sensei Johnny Lawrence el dojo lleno de pringaos esperando que con sus enseñanzas les dejen de robar la merienda.

Lo mejor de la serie para mi gusto es el protagonista. Consigue que desde el principio te caiga bien, y desees que sea él el que le de cera de la buena al pesado de Daniel San. Si de paso lo pone a pintar valla y a lijar suelo, mejor que mejor. Todo el ambiente karate kid está muy chulo, y los nostálgicos que disfrutaron la original lo pasarán muy bien con ella. Además, el final de la primera temporada reserva una sorpresa que os encantará.

No obstante hay algunas cosas que no me han gustado tanto. Para hacerla digerible para públicos más actuales le meten arcos argumentales románticos entre los niños, haciendo que a ratos sea una serie muy Disney Channel, y esos ratos se hacen insoportables. El hijo de Johnny es bastante asquerosillo, y estuve toda la serie deseando que le echaran los dientes de su perfecta sonrisa abajo. Por lo menos que lo cogieran por banda y le trasquilaran su perfecta media melena rubia.

Pero sin duda, lo peor, es que por una razón bastante justificada no hayan recuperado en el casting al señor Miyagi. La razón es que murió en 2005… aunque si sale la Princesa Leia en Star Wars, podían haber hecho un Miyagi digital no!?!?

STRIKE FIRST! STRIKE HARD! NO MERCY!!

Un comentario en «Strike first! Strike hard! No mercy!!»

  • maestro esto no se hace, no puedes hacer un comentario tan bueno dando tanta información, desde luego que me has convencido de verla pero me habría gustado más que lo hicieras sin desvelarme la trama, ahí lo dejo, seguro que eres capaz de ser tan incisivo manteniendo la intriga sobre el argumento….

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