Reservoir dogs

Aunque parezca mentira, no la había visto hasta ayer. De esas películas que llevas toda la vida escuchando hablar, conoces hasta la banda sonora, pero no la has vista. Mitad falta de oportunidad, mitad pereza. La pereza me venía por dos motivos; de tanto escuchar que hay que verla le coges manía, y también por desencanto con Tarantino. Pues bien, ayer le puse remedio.

No llega a dos horas de duración, y es entretenida. Teatral, bien dirigida, buenos actores y un uso de los flashbacks que ayuda a la tensión y a que la información fluya de una manera bastante natural, no se usan para enredar y que haya sorpresas. Lo principal no es la acción, que hay un poco, ni la sangre, que hay bastante, sino los propios personajes. No soy un fan de Steve Buscemi ni de Tim Roth, pero en esta ocasión lo hicieron bien. Harvey Keitel enorme, como siempre, igual que Michael Madsen. Tarantino sale lo justo como para no estropear la película actuando y el resto de personajes cumplen y no desentonan.

Sin desentrañar el argumento, diré simplemente que se trata de los momentos posteriores a un atraco fallido, y en el que los integrantes de un grupo reunido para ejecutarlo van llegando al punto de encuentro sospechando todos entre sí que alguno ha sido el culpable del fracaso avisando a la policía.

Toda la película a excepción de los flashbacks está localizada en ese lugar, y realmente es la interacción entre ellos lo que es realmente interesante. Los flashbacks funcionan simplemente como aclaraciones de lo que están hablando o de las motivaciones y vida anterior de los personajes.

Mención aparte merece la banda sonora, que acompaña y crea un ambiente surrealista, con clásicos que si no lo eran antes pasaron a serlo, como Little green bag, Hooked on a feeling o Stuck in the middle with you.

Buena película que ha envejecido con mucha dignidad, y aunque no llega a tener bajo mi punto de vista la categoría para haberse convertido en película de culto, la recomiendo sin duda.