jueves, julio 4, 2024
Restauración

Restaurantes de hoy

Me gusta comer. Ahora mismo no recuerdo nada que especialmente no me guste. También es cierto que los sabores muy fuertes, sobre todo si son basados en el ajo, me sientan fatal. Con la moda de los «restaurantes experiencia», o los «restaurantes con estilo» me encuentro un poco descolocado. Cuando voy a comer, espero lo primero que me den bien de comer, y hoy en día parece que eso ha pasado a un segundo plano. Mi percepción es que si el sitio está bien decorado o decorado con originalidad, ya el precio de la carta va a subir un porcentaje elevado sin que eso se vea reflejado ni en la cantidad ni en la calidad de lo que me van a servir. Si añaden unos camareros vestidos de una forma especial, ya sea porque los visten de frac o con un mono de mecánico, te añaden otro pico. Súmale que le pongan un nombre raro a los platos y que esté en una zona de moda de la ciudad, y tienes el cóctel perfecto para irte de un sitio habiendo comido mal o regular, te hayan sableado la cartera, y encima te tenga que dar vergüenza decir que no te ha gustado el sitio. Tendrás que justificarte diciendo «la decoración me ha encantado, el servicio era impecable pero ya sabes los restaurantes de ahora, pagas la experiencia».

Me resisto a entrar a formar parte de esta ola de la restauración actual en la que lo menos importante es justo la comida. Si me dan todo lo demás, por supuesto será bienvenido, pero lo fundamental siempre ha sido y será que cuando pido comida, me den una buena comida. Buena materia prima, bien cocinada, servida con educación y por supuesto en un local que esté limpio. A partir de aquí me pueden dar los extras y serán lo que marquen la diferencia para que vuelva a ese sitio y no a otro que tiene una calidad similar. Que tengan precios desorbitados y que los aceptemos porque el local está decorado con gusto, me parece una tomadura de pelo.

Otra cosa sería los restaurantes que no engañan y claramente el precio no se corresponde con la calidad de su comida, pero no lo ocultan porque vas a algo diferente a comer. Si vas a tomarte una relaxing cup of coffee a la Plaza Mayor, sabes que te van a pegar un palo, pero lo aceptas porque te la quieres tomar ahí específicamente. Si vas a un restaurante de hielo y te cobran 50€ por unos macarrones, los pagarás y no te quejarás, porque la gracia no era que la comida estuviera buena, sino que consiguieran servirla caliente y que no se te congelaran las nalgas en la silla. Igualmente si es bajo el agua o a cinco mil metros de altura antes de tirarte en paracaídas.

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Un comentario en «Restaurantes de hoy»

  • comer está sobre valorado, lo que importa es la experiencia en sí, buen local bien localizado con una temática innovadora y camarer@s buenorr@s, si además te dan comida rica, sabrosa y en una cantidad razonable pues ya está, estas en el paraiso, yo la verdad es que con cualquier cosita me apaño, vamos que me amoldo al local de turno, que voy a una hamburguesería pues la más grande, que hay rebozados pues no lo dudo, si hay arroz eso ya es un plus….y si es autoservicio pues me levanto infinidad de veces…..luego a la que voy al baño me fijo en la decoración…….

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